jueves, 22 de octubre de 2009

De noche NO todos los gatos son pardos...


"Maskerade Bodypainting Festival"
Venlo, Holanda
octubre 2009.
pintura fluo.

allí estuvimos.
seguimos por estos lados... en la tavuel.
ustedes?

martes, 18 de agosto de 2009

Más sobre la suerte

jueves, 13 de agosto de 2009

El de la consola


Yo creo que debe de haber un tipo con una consola gigante como las de los estudios de grabación, o como las de los controles de los canales de televisión, pero con miles y miles de perillitas y botones. Este hombre regula la buena y la mala suerte de las personas y el muy hijo de puta, al contrario de lo que quisieron hacernos creer, le importa absolutamente un pepino su trabajo y es un tipo cincuentón que pasa el día echado pa atrás en su sillita de oficina, dejando bien en alto su inmensa cervecera, tan mediocre y tan pelotudo que poco le importa lo que está haciendo, porque el cargo que él tiene goza de inamoviblidad, y está esperando jubilarse para dejar de una vez las perillas y los botones y tirarse en una playa para nunca más volver.

Este hombre en una típica actitud de Homero Simpson en la planta nuclear de springfield, se encarga de que la suerte esté bien repartida en el mundo. Como todos ya sabemos, hace muy mal su trabajo. Y yo creo que ésta sería una buena explicación de las cosas que están pasando. El gordo varía las perillitas para un lado y para el otro, alternadamenete. El tema es que muchas veces se le va la mano, o se entretiene comiendo un pan con grasa y deja tu perillita inclinada para alguno de los dos lados durante mucho tiempo, en el mejor de los casos, para el lado de la buena suerte. Lo mejor es cuando por ahí cebando un mate y con un ligero movimiento de codo, lleva la palanquita de la buena suerte hasta su tope, sin querer, y se distrae leyendo el suplemento deportivo del diario de turno.

Pero llega un momento que se da cuenta, te mira y te ve que estás feliz de la vida, chocha, gozando de tu buena suerte y ahí dice "bueno, la alegría va por barrios, y de éste se está yendo..." y ahí hace un giro de 180 grados y te caga la vida, y todo lo que venía sobre ruedas se entra a trancar y ahí volves a confirmar una vez más, que el gordo existe y que cuando se giró para ponerle más agua al termo vio que ya te tocaba a vos el cambio de carga.

lunes, 10 de agosto de 2009

"La Tregua" pedacito 3: Porque pasaron 50 años y tiene una vigencia innegable

Ocho de la mañana. Estoy desayunando en el Tupí. Uno de mis mayores placeres. Sentarme junto a cualquiera de las ventanas que miran hacia la Plaza. Llueve. Mejor todavía. He aprendido a querer ese monstruo folklórico que es el Palacio Salvo. Por algo figura en todas las postales para turistas. Es casi una representación del carácter nacional: guarango, soso, recargado, simpático. Es tan, pero tan feo, que lo pone a uno de buen humor. Me gusta el Tupí a esta hora, bien temprano, solo hay uno que otro viejo aislado leyendo El Día o El Debate con increíble fruición. La mayoría son jubilados que no han podido apearse de sus madrugones. ¿Seguiré yo viniendo al Tupí cuando me jubile? ¿No podré acostumbrarme a disfrutar de la cama hasta las once, como un hijo de director cualquiera? La verdadera división de las clases sociales, habría que hacerla teniendo en cuenta la hora en que cada uno se tira de la cama.

Se acerca Biencamano, el mozo amnésico, eficientemente cándido y risueño. Por quinta vez le pido un cortado chico con medias lunas, y él me trae un café largo con travistas. Es tanta su buena voluntad, que me doy por vencido. Mientras yo echo los cuadrados de azúcar en el pocillo, él me habla del tiempo y del trabajo. “Esta lluvia le molesta a la gente, pero yo digo:¿estamos en invierno o qué?” Yo le doy la razón, porque es evidente que estamos en invierno. Después lo llama un señor de la mesa del fondo, bastante molesto porque Biencamano le trajo algo que él no había encargado. Es uno que no se da por vencido. O quizá es un mero argentino que vino a hacer su semanal negocito de dólares y todavía no conoce las costumbres de la casa.

En la segunda parte de mi festín, entran los diarios. Hay días en que los compro todos. Me gusta reconocer sus constantes. El estilo de cabriola sintáctica en los editoriales de El Debate; la civilizada hipocresía de El País; el mazacote informativo de El Día, apenas interrumpido por una que otra morisqueta anticlerical; la robusta complexión de La Mañana, ganadera como ella sola. Qué diferentes y qué iguales. Ente ellos juegan una especie de truco, engañándose unos a otros, haciéndose señas, cambiando de parejas. Pero todos se sirven del mismo mazo, todos se alimentan de la misma mentira. Y nosotros leemos, y, a partir de esa lectura creemos, votamos, discutimos, perdemos la memoria, nos olvidamos generosa, cretinamente, de que hoy dicen lo contrario de ayer, que hoy defienden ardorosamente a aquel de quien ayer dijeron pestes, y , lo peor de todo, que hoy ese mismo aquél acepta, orgulloso y ufano, esa defensa. Por eso prefiero la espantosa franqueza del Palacio Salvo, porque siempre fue horrible, nunca nos engañó, porque se instaló aquí, en el sitio más concurrido de la ciudad, y desde hace treinta años nos obliga a que todos, naturales y extranjeros, levantemos los ojos en homenaje su fealdad. Para mirar los diarios hay que bajar los ojos.



Mario Benedetti
La Tregua (1960)

viernes, 31 de julio de 2009

"La Tregua" pedacito 2: Grandes verdades nunca antes tan claras sobre el trabajo y la burla

“… En las oficinas no hay amigos; hay tipos que se ven todos los días, que rabian juntos o separados, que hacen chistes y se los festejan, que se intercambian sus quejas y se trasmiten sus rencores, que murmuran del Directorio en general y adulan a cada director en particular. Esto se llama convivencia, pero sólo por espejismo la convivencia pude llegar a parecerse a la amistad. En tantos años de oficina, confieso que Avellaneda es mi primer afecto verdadero. Lo demás tiene la desventaja de la relación no elegida, del vínculo impuesto por las circunstancias. ¿Qué tengo yo de común con Muñóz, con Méndez, con Robledo? Sin embargo, a veces nos reímos juntos, tomamos alguna copa, nos tratamos con simpatía. En el fondo, cada uno es un desconocido para los otros, porque en este tipo de relación superficial se habla de muchas cosas, pero nunca de las vitales, nunca de las verdaderamente importantes y decisivas. Yo creo que el trabajo es el que impide otra clase de confianza; el trabajo, esa especie de constante martilleo, o de morfina, o de gas tóxico. Alguna vez, uno de ellos (Muñóz especialmente) se me ha acercado para iniciar una conversación realmente comunicativa. Ha empezado a hablar, ha empezado a delinear con franqueza su autorretrato, ha empezado a sintetizar los términos de su drama, de ese módico, estacionado, desconcertante drama que atosiga la vida de cada cual, por más hombre-promedio que se sienta. Pero siempre hay alguien que llama desde el mostrador. Durante media hora él tiene que explicar a un cliente moroso la inconveniencia y el castigo de la mora, discute, grita un poco, seguramente se siente envilecido. Cuando vuelve a mi mesa, me mira, no dice nada. Hace el esfuerzo muscular correspondiente a la sonrisa, pero las comisuras se le doblan hacia abajo. Entonces toma una planilla vieja, la arruga en el puño, concienzudamente, y después la tira al cesto de papeles. Es un simple sustitutivo; lo que no sirve más, lo que tira al cesto, es la confidencia. Sí, el trabajo amordaza la confianza. Pero también existe la burla. Todos somos especialistas en la burla. La disponibilidad de interés hacia el prójimo hay que gastarla de algún modo; de lo contrario, se enquista y sobreviene la claustrofobia, la neurastenia, qué sé yo. Ya que no tenemos la suficiente valentía, la suficiente franqueza como para interesarnos amistosamente por el prójimo (no el prójimo nebuloso, bíblico, sin rostro, sino el prójimo con nombre y apellido, el prójimo más próximo, el que escribe en el escritorio frente al mío y me alcanza el cálculo de intereses para que yo lo revise y ponga mi inicial de visto-bueno), ya que renunciamos voluntariamente a la amistad, bueno, pues entonces, vamos a interesarnos burlonamente por ese vecino que a través de ocho horas es siempre vulnerable. Además, la burla proporciona una especie de solidaridad. Hoy el candidato es éste, mañana es aquél, pasado seré yo. El burlado maldice en silencio, pero pronto se resigna, sabe que esto es sólo una parte del juego, que en el futuro cercano, a lo mejor dentro de una hora o dos, podrá elegir la forma de desquite que mejor coincida con su vocación. Los burladores, por su parte, se sienten solidarios, entusiastas, chispeantes. Cada vez que uno de ellos le agrega a la burla un condimento, los otros festejan, se hacen señas, se sienten rijosos de complicidad, sólo falta que se abracen y griten los hurras. Y qué alivio reírse, incluso cuando hay que aguantar la risa porque allá en el fondo ha asomado el gerente su cara de sandía, qué desquite contra la rutina, contra el papeleo, contra esa condena que significa estar ocho horas enredado en algo que no importa, en algo que hace hinchar las cuentas bancarias de esos inútiles que pecan por el mero hecho de vivir, de dejarse vivir, de eso inanes que creen en Dios sólo porque ignoran que hace mucho tiempo que Dios ha dejado de creer en ellos. La burla y el trabajo. ¿En qué difieren, después de todo? Y qué trabajo nos da la burla, qué fatiga. Y qué burla es este trabajo, qué mal chiste.”



Mario Benedetti
La Tregua (1960)

martes, 28 de julio de 2009

"La Tregua" pedacito 1: Teoría sobre la felicidad o de cómo nos gusta repetir las convicciones de nuestros padres

"Y tu madre, ¿qué dice de mi?" Mi trauma psíquico proviene de la madre de Isabel.
"¿De vos? Nada. Dice de mí." Terminó con el resto del champán que quedaba en la copa y se limpió los labios con la servilletita de papel. Ya no le quedaba nada de pintura.
"Dice de mí que soy una exagerada, que no tengo serenidad."
"¿Con respecto a lo nuestro o con respecto a todo?"
"A todo. La teoría de ella, la gran teoría de su vida, la que la mantiene en vigor es que la felicidad, la verdadera felicidad, es un estado mucho menos angélico y hasta bastante menos agradable de lo que uno tiende siempre a soñar. Ella dice que la gente acaba por lo general sintiéndose desgraciada, nada más que por haber creído que la felicidad era una permanente sensación de indefinible bienestar, de gozoso éxtasis, de festival perpetuo. No, dice ella, la felicidad es bastante menos (o quizá bastante más, pero de todos modos es otra cosa) y es seguro que esos presuntos desgraciados son en realidad felices, pero no se dan cuenta, no lo admiten, porque ellos creen que están muy lejos del máximo bienestar. Es algo semejante a lo que pasa con los desilusionados de la Gruta Azul. La que ellos imaginaron es una gruta de hadas, no sabían bien cómo era, pero sí que era una gruta de hadas, en cambio llegan allí y se encuentran con que todo el milagro consiste en que uno mete las manos en el agua y se las ve levemente azules y luminosas."
Evidentemente, le agrada relatar las reflexiones de su madre. Creo que las dice como una convicción inalcanzable para ella, pero también como una convicción que ella quisiera fervientemente poseer.




Mario Benedetti
La Tregua (1960)


lunes, 13 de julio de 2009

Laaarrrrrrrrrrrrrrrgaron


12 de julio de 2009

Hoy por primera vez desde hace casi un año vuelvo a salir de
España. Si me lo hubieran dicho un año atrás, me hubiera muerto del susto y no lo hubiera creído. El tema es que sin pensarlo me instale en Barcelona y eso de "ahorrar para viajar x meses" fue inviable, ya que acá siempre anduve con lo justito. Y además si hay algo que aprendí o mejor dicho, reconfirme desde que estoy acá es que soy terrible con las finanzas. Entre despreocupada, inconsciente y burra. Asi como para administrar el tiempo, soy igual administrando el dinero, mi gen judío en este caso brilla por su ausencia.
Ahora me espera una maraton de trenes como para confirmar la reflexi
ón anterior, llegué tarde al primero que me tenia que tomar, el que iba de Barcelona a Reus. Al final me salió bien porque encontré un bus que salia de la estación de Sants y me dejaba directamente en el aeropuerto, sin necesidad de tomar otros buses. Como me conozco ya puedo prever mis eternas y compulsivas llegadas tarde, por lo que ahora a pesar de haber perdido el bus, faltan dos horas para embarcar y creo que nunca llegue tan temprano a ningún lado, por lo que estoy en la cafetería comiendo mi desayuno-almuerzo con un café con leche y un bocadillo de tortilla (si, de tortilla de papas... se nota que ya hace un ano que estoy acá?), bien llenador para que no venga el hambre hasta tarde.

--------------------------------------------------------------------------------------

Reus es una mierda comparado con Carrasco (antes de la reforma). Me tuve que ir de la cafetería porque estaba lleno de moscas y me estaban volviendo loca. Cosas que acotar: en Alemania hay entre 8 y 10 grados menos que acá, lo que corrobore unos minutos antes de salir de casa, por lo que tengo abrigo pero nose si sera suficiente. Pese las mochilas y estoy dentro de lo permitido, lo que es una buena noticia porque nose que mierda iba a hacer acá con las cosas que no pudiera levar. El bolso de mano pesa 7 kilos (permiten hasta 10) y 10 la mochila grande (hasta 15). Lo que si es un poco jodido para la rodilla, ya que además de los 5 o 6 kilos que tengo de sobrepeso siempre, ahora le agrego 17 mas. Veremos como la llevo...

--------------------------------------------------------------------------------------

Esto es una mierda pero creo que el problema es mio que como buena sudamericana me olvido que aca volar en avión no es un lujo: el vuelo a Memmingen me salio 10 euros: mas barato que un Rutas del Sol a Valizas.

--------------------------------------------------------------------------------------

Cuando estaba esperando la hora de embarcar me di cuenta que esa sensaci
ón tan clásica a empezar un viaje de "me estoy olvidando de algo importante pero nose que es" esta vez era justificada: no puse en la mochila el cable para descargar las fotos de la cámara, así que hasta que vuelva no podre adelantar ninguna imagen... va a haber que esperar!!

--------------------------------------------------------------------------------------

Luego del ritual de ir a perfumarme al freeshop, subimos al avión menos, mucho menos confortable que un Rutas del Sol. Creo que fue la ultima vez que escucho español vaya a saber hasta cuando.

--------------------------------------------------------------------------------------

Memmingen desde el cielo es perfecta, es como una maqueta gigante. Ya desde el tupperware con alas, una ya se puede dar cuenta que ha dejado la madre-patria-pseudoprimermundista para adentrarse en el primer mundo propiamente dicho. Empezar a aterrizar es como meterse en un playmovil gigante, o como la escena de Big fish donde estan los zapatitos colgando. Miro pero todavía no encontré los zapatitos.






viernes, 10 de julio de 2009

Terrible día



Hoy por primera vez luego de un mes y 3 días salí de casa sin muleta.
Hoy empecé a animarme a volver a mover mi rodilla acartonada.
Hoy fue mi último día de trabajo, hoy empecé mis vacaciones.
Hoy me compré mi primera cámara de fotos, reflex, una Nikon 60D.
Estoy contentísima.


martes, 7 de julio de 2009

Ver para creer





La Barceloneta a eso de las 20 horas es absolutamente disfrutable a esta altura del año. Yo venía caminando con mi ya característica muleta, absolutamente distraída cuando alguien a quien nunca había visto antes se cruza de frente y me pregunta.


- ¿Eres espejito espejito?




jueves, 2 de julio de 2009

Boca sucia

A última hora me quedé sin promotora. Puta madre. Me llama la muy infradotada que se le murió el gato y que lo tiene que enterrar, o alguna excusa de la misma índole así que no va a poder ir al centro Carrefour a hacer la promoción mañana. Corto el teléfono y digo, sin gritar pero con ganas y poniendo kilos de énfasis en la "nch":

- Pero qué pedazo de connnnchuda...

Mis compis están acostumbradas ya, alguna larga una risita. Yo hago catarsis y no puedo creer como una palabra tan grosera, tan grotesca acá no quiera decir nada. Lo bueno de estar lejos de allá es que me puedo permitir estas licencias del lunfardo, aún en el ambiente más "pijo".

viernes, 26 de junio de 2009

Panzas



Un día de primavera
el Parque de la Ciudadella
se volvió a llenar de candombe.


Por suerte estuve ahí.


lunes, 15 de junio de 2009

Cinco mil


La visita número cinco mil fue mía.

Gracias por las 4.999:

A mamá, papá y luli por sus mimos insustituíbles en forma de mensajes diarios.

A los amigos, por no haberse olvidado de mí y seguir viniendo a este país de las maravillas a tomarse una cerveza y encontrarse con mis delirios de turno.

Pero sobre todo a los silenciosos, a los que nunca firman, que frecuentan esta taberna de mala muerte en un rincón, se piden una acodados en la esquina y asisten al desfile de sensaciones... calladitos.

A los que conozco y a los que no.

Vaya mi fuerte abrazo y besote ruidoso. Es un placer compartir este viaje con ustedes.

Gracias por alimentarme el ego y por ayudarme en obtener mejores resultados en mi lucha contra la periodista frustrada que llevo dentro, que tantas horas de terapia!

Porke todoz podemo hezcrivir!!!

Salú!

Larga vida al espejito, espejito!

Pa seguir devolviendo tanto las feas como también las más lindas de las imágenes.


viernes, 12 de junio de 2009

Mala pata


Cuando vi que estaba tirada en el pasto y que mi pierna había quedado enredada en la jugada maestra de la talla del Caballo de los Santos en sus años gloriosos del quinquenio, me quedé sorprendida de mi destreza y capacidad de marca. Sin dolor seguí jugando, después bailando, después saltando. Todo producto del alcohol: tanto la ausencia de dolor ante la caída fatal de mi rodilla contorsionista como la percepción de que me estaba jugando todo. Lo que tiene de malo el alcohol es que el efecto se pasa mucho antes de lo que se pasa el dolor, por lo que aproximadamente a eso de las 20 horas cuando ya hacía como 8 horas que había salido de casa para la despedida de solteros de Anna y el Chino, sentí unas puntadas preocupantes en mi rodilla derecha. Ya para cuando llegué a casa y me había bañado, mi rodilla estaba como acartonada y el dolor no permitía movimiento alguno, además de la inflamación que delataba alguna cosa que no era un simple golpe de borracha.

El domingo cuando me desperté apenas podía caminar y ahí me fui al Hospital Clinic; que si bien es el “Hospital de Clínicas” de acá es más como la “Médica Uruguaya” de allá. Ómnibus como pude y urgencias. A partir de ahí, la odisea típica tanto de la Médica como la del Clínicas. Gente. Ventanillas. Quinto piso. Accidentados. Largas esperas de un lugar a otro. Viejos en la lona que me hacen dar cuenta de que tenga lo que tenga, soy una privilegiada ahí adentro. Las enfermeras se desfilan como en una pasarela. Me ponen en una camilla y miro el techo con tubo luces durante horas. Ese punto de vista me trae recuerdos jodidos, tan lejanos que parecen de una pesadilla.

A todos les parece gracioso que me haya lastimado jugando al futbol. “A ver Maradona” me dice uno. “Maradona no… Forlan! Soy uruguaya!”. También hay una mujer que se lastimó el tobillo jugando al basquetbol con su hijo, y otro pibe que también se lastimó jugando al fútbol. Solo una vieja accidentada en una moto.

Cuando por fin vi a una traumatóloga, se encargó de encontrar cada uno de los puntos donde más me dolía, examinando exhaustivamente y retorciendo mi pata como un trapo de piso. Ahí fue que llegó a la fatal conclusión: distención de ligamento interno y meniscos comprometidos. Zas. Nosé bien de qué mierda se trata, pero suena horrible, de muy pocos amigos. Rayos x y la propuesta indecente; “te tenemos que poner un yeso para inmovilizar la rodilla”, “ve sacando hora para un traumatólogo”, “entre hoy y mañana no te vas a poder mover, pero a partir de pasado ya vas a poder caminar”.

El yeso para mi es una sustancia absolutamente ajena, salvo alguna vez que lo utilizamos para hacer unas máscaras en la colonia de vacaciones del Náutico pero eso no le interesa a nadie ahora. Por lo que me entró un pánico terrible y como un ser humano que soy, me puse a llorar. Ahí llamé a mi hermanito de la vida para que como buen hermano mayor me ayudara a tomar una decisión. Junto a Anna, experta en lesiones de rodilla, me dijeron que no me dejara poner un yeso, que ahí en urgencias eran muy exagerados y que iba a ser extremadamente incómodo. La otra opción era una venda compresiva. Opté por esa, desestimando las recomendaciones de la doctora y las enfermeras. Además, si me ponían un yeso, me dijeron que me tenía que dar unos pinchazos en la panza algo que me parecía absolutamente tortuoso. Descartado el yeso, me hicieron esperar como una hora más como castigo por haberme negado a hacerles la vida más fácil, y al rato me empezaron a vendar cual Tutankhamón. Cuando le dije a la enfermera que me hiciera lo mínimo indispensable porque yo iba a procurar que el traumatólogo me pusiera pronto una ortopedia, me dijo muy dulcemente “acá no hacemos vendajes a la carta”. Molt maca la noia. Con vendas de todo tipo, textura, espesor, terminaron en lo más parecido que se puedan imaginar a un yeso, en cuanto a tamaño y volumen. Y para colmo, tenía que darme la heparina yo solita en mi pobre panza.

Al final me depositaron en una silla de ruedas y Anna y el Chino me llevaron a mi casa. Mi amigo Mario me trajo unas muletas prestadas que dormían en Muntaner esperando que alguien las necesitara.

Y así empezó mi vida de discapacitada, con un poco de dolor y muchísima molestia. Al estar sola, todo cuesta un poco más, desde ir a buscar un vaso de agua, hasta pensar minusiosamente el recorrido para no tener que dar ni un paso de más. Cada mimo, cada ayuda es agradecido eternamente. En realidad no es nada "complicado" si bien voy a tener que estar bastante tiempo para que mi rodilla vuelva a ser la de antes, estoy yendo a trabajar y poco a poco empecé a subirme al ómnibus para dejar los taxis que ya no estoy pudiendo pagar. Podía haber sido mucho peor, haberme roto definitivamente los ligamentos y los meniscos, pasar por quirófano y todo ese tipo de disparates que no me quiero ni imaginar. Salió barato. Al fin y al cabo la vida se ríe de nosotros y nos demuestra que no nos tenemos que quejar, porque las cosas siempre se pueden complicar un poquito más.


viernes, 5 de junio de 2009

... donde regresa siempre el fugitivo, pongamos que hablo de Madrid (1)

El millor que hi ha


Hay que empezar por imaginarse una ciudad solo de hinchas de Peñarol. Luego, un equipo como una máquina perfecta de fútbol. Figuras. Color. Resultados. Partidos ganados. Más partidos ganados. Luego, algo que creo que si no has pasado por acá no te podés imaginar, que es un sentimiento exhacerbado de pertenencia a una cultura tan diferente a la del resto de España como es la catalana. A tal punto que horas después, en el gran festejo con entrada gratuita en el Camp Nou, el saludo de cada jugador era "Visça el Barça y visca Catalunya" que sería algo así como escuchar "Viva Peñarol y viva Montevideo".
Primero, campeones de la copa del Rey, segundo campeones de la Liga y finalmente el miércoles 27 de mayo, campeones de la Champion League. Les faltó ir a Marte a jugar por la final interplanetaria y ganarla.
Lo raro y lo particular es que todo el mundo está feliz, porque todo el mundo es del Barça. La ciudad de fiesta. Contagia. Los catalanes felices. Los inmigrantes adoptamos la blau grana. Los turistas que se suben al carro de los festejos. No hay nadie triste y a lo que no me acostumbro: no hay a quién babosearle.
Estaría bueno más allá de los resultados futbolísticos y de las derrotas cotidianas, tener la capacidad de encontrar siempre algo para festejar.




jueves, 14 de mayo de 2009

martes, 12 de mayo de 2009

Porque hay gente así (y es noticia)



Devolvele la guita al taxista


Un taxista de La Plata encontró 130.000 pesos argentinos en una mochila que se olvidó una pareja de pasajeros y los devolvió a sus dueños. Por su actitud honesta y porque no recibió nada a cambio de su acción, un grupo de personas abrió un sitio en internet para donarle bienes y servicios.

Según explican los administradores de www.devolvelelaguitaaltaxista.com el sitio “es sólo otra buena acción para reconocer a un tipo honrado y laburador que hizo lo correcto. No tiene ningún fin comercial” sino de agradecimiento. Por eso “si tenés un restaurant, regalale una cena; si tenés un local de ropa, una orden de compra; si sos plomero, regalale una reparación; si sos mecánico, un service para el tacho. Lo que se te ocurra. Y así, entre todos, podremos devolverle al taxista las 130 lucas que él devolvió”.

Santiago Gori, el tachero que encontró el dinero el 22 de abril y lo devolvió, no vive en las mejores condiciones, según consignaron diarios argentinos como Clarín y La Nación.

Cerca de las nueve de la noche de ese día, un matrimonio se subió a su taxi le pidió que los llevara hasta la intersección de las calles 48 y 3, en La Plata. La pasajera que se subió después que ellos fue la que le avisó a Santiago que había una mochila en la parte trasera. Cuando la mujer se bajó, el taxista la abrió y encontró fajos de pesos argentinos y dólares, por un valor de 900.000 pesos uruguayos.

“'Esto no es mío', dice el conductor en voz alta. Piensa en su casa a medio terminar, en el crédito que le resta pagarle al banco para completar la licencia del taxi, en su esposa desde hace 27 años y sus hijos de 27 y 22. Y sin embargo fue directo a devolver el bolso”, publicó el sitio que promueve las donaciones.

Buscó en el bolso y encontró un documento de identidad. Después fue a su casa, miró la guía telefónica y encontró a esa persona, que era la prima del dueño de la mochila. Cuando Gori finalmente logró comunicarse con Carlos Tunieriello, éste se encontraba realizando la denuncia en la comisaría.

Se acercó con su familia hasta el lugar y devolvió el dinero frente al comisario, que le agradeció el gesto honesto. Tunieriello le dijo que era “un santo” y se fue. Así, Gori volvió a su casa “con las manos vacías pero con la conciencia limpia”, continúa el sitio.

Según La Nación, el artículo 2533 del Código Civil argentino, “reconoce que el que encuentra una cosa perdida tiene derecho a una recompensa por ese hallazgo”. Como Gori no recibió nada, la gente se ha mostrado solidaria en la web. Hasta el momento, personas que no lo conocen le han regalado al taxista 123.369 pesos argentinos (unos 830.000 uruguayos) en bienes o servicios.

Entre los regalos y donaciones hay pizzas, monitores, camisetas de clubes de fútbol, cortes de pelo, adhesivos y carteles electrónicos para el taxi, arreglos de computadora, un día de spa, depilación definitiva, bicicletas, órdenes de compra, asesoramiento legal, plantas, ropa, entradas, beca para sus hijos en un taller de teatro y un viaje por todo el sur de Argentina.





http://www.180.com.uy/articulo/Devolvele-la-guita-al-taxista


lunes, 11 de mayo de 2009

Verde que te quiero verde



miércoles, 8 de abril de 2009

Me mola Guardiola






... fue lo que escuché que decían hoy unos pibes en el bar, mientras mirábamos el partido por la Champion League del Barça contra el Bayern Munich, ante el arranque de ira del director técnico del azulgrana frente al a injusticia de un penal no cobrado.
Quién pudiera ser Samuel Eto´o, Lionel Messi o Carles Puyol para que me dirigiera este pedazo de hombre.
Cuando llegué acá una de las primeras cosas que aprendí en catalán es que "guardiola" quiere decir "hucha".
Y que en castellano "hucha" quiere decir "alcancía".


http://es.wikipedia.org/wiki/Josep_Guardiola

lunes, 6 de abril de 2009

Un día

te acostumbrás.

sábado, 4 de abril de 2009

Suena en Barna









jueves, 2 de abril de 2009

Pascualina


miércoles, 1 de abril de 2009

Mañanas


Me desperté y era tarde. Me preparo en tiempo record. Salgo lo más rápido que puedo de casa y la mañana de sol me acompaña en la subida por la calle Muntaner hasta mi trabajo. Barcelona se despierta. Prendí la cámara, y aunque se cortaba cada 30 segundos, me acompañó en el hasta ahora solitario trayecto. Este es el camino que va desde Muntaner nº83 hacia Santaló nº10. Tiempo real. Ahora no voy más sola.


lunes, 23 de marzo de 2009

jueves, 5 de marzo de 2009

La única seguridad. Parte 1.




El primer contacto que tuve con la muerte lo recuerdo gracias a una anécdota que me contó mi madre. Cuando tenía entre 3 y 4 años me regalaron mi primera mascota. Era un pez. Vivió lo que vive un pez en una pecera en Mar Antártico, hasta que un día mamá lo encontró flotando en la superficie. Como primera hija, primera sobrina y primera nieta de la familia, nadie sabía cómo era que había que presentarle la muerte a una niña. Que se fue, que no lo vamos a ver nunca más. No lo iba a poder comprender y cualquier paso en falso podría generarle un trauma para el resto de su vida.

Mi hasta entonces inexperiente madre, para que cuando al volver de la escuela no me encontrara con la implacable imagen de un pescado flotando en la superficie de una triste pecera, la vació y colocó el pececito muerto en una caja de fósforos para vivir junto a mí mi primer ritual de un entierro y me esperó para darme la noticia. Llegué de la escuela como cada día y me senté a merendar. Rato después descubrí que la pecera estaba vacía.

La angelical Valentina de escasos centímetros le preguntó a su madre qué había pasado. “Vale, el pececito no está más con nosotros: se murió y se fue al cielo…”. Valentina la escuchaba atentamente con los ojos bien redondos mientras su mamá con toda la dulzura del mundo trataba de transmitir de la forma menos dolorosa la idea más dolorosa y definitiva de todas.

Luego de un silencio, su hija le pregunta. “¿Y donde está el pececito, mamá?”. Y mamá responde “En ésta cajita. Lo guardé así hacemos un pocito y lo enterramos en el fondo”.

Valentina le contesta “¡Ay mamá, qué asco… tirá eso por el water!”




Nombres raros

- Hola, patrimonio.

- Buen día. Mi nombre es Valentina y la iamo de la empresa Global. Quisiera saber si la promotora de Calgonit ha iegado a trabajar y a qué hora...

- Ia le digo...

.....

- Ha iegado a las 10.35.

- Muchas gracias.... cuál es su nombre?

- Seguridad.

- ¿Seguridad?

- Seguridad de Carrefour.

- Gracias, buen día.

- Buen día.


...................................................................................................................................................

lunes, 23 de febrero de 2009

Burbujas de amor

Ellas vienen a enseñarnos que las cosas más hermosas del mundo duran tan poquito.
¿Ustedes qué piensan?

domingo, 22 de febrero de 2009

Trompo con flotadores

sábado, 14 de febrero de 2009

San Valentín


Estoy desaparecida pero en estos días vuelvo a las canchas!

Salú por el estado de enamoramiento, lo más lindo que hay!

Felicidades a los que son correspondidos!

Y salú por el encuentro y las coincidencias!

All you need is love, love is all you need

:)


lunes, 2 de febrero de 2009

Estoy cambiada


Antes de irme de Montevideo, una persona que me conoce lo suficiente me dijo: “Vale, vos te vas ahora y va a volver otra persona. Éste viaje que vas a hacer te va a cambiar tanto que cuando vuelvas, ya no vas a ser vos”.


Este comentario no tenía ninguna connotación negativa, y en el momento no lo entendí, y hasta me enojé diciendo que me parecía una pavada y que siempre voy a seguir siendo la misma y que ese cliché de “los viajes te abren la cabeza” me tenían harta y los encontraba bastante prediseñados y pelotudos.


Con el correr de los días, los meses (ya van 6, parece mentira…) empecé a entender el verdadero significado de ese comentario, que no me voy a poner a explicar acá porque no creo que pueda encontrar las palabras que se acerquen a describir lo que quiere decir.


La realidad es que estoy cambiada en varios aspectos y paso explicar el lado más frívolo y superficial del cambio, el más fácil y el más evidente de notar. Luego del fracaso amoroso públicamente conocido, como soy tan sanita, canalicé mi angustia con la comida; nada de cigarrillos, alcohol u otros vicios refugio de grandes penas. Tengo por lo menos 5 kilos de más y si no se nota, ahórrense la cortesía: es que solo pongo las fotos donde no se nota mi patético sobrepeso. Tengo hambre todo el día y la sensación de saciedad la perdí hace mucho tiempo, no dejo de comer hasta que me empiezo a sentir mal de lo llena que estoy. Cualquier cosa sirve: galletitas, pan con queso, leche condensada, todo me viene bien.


Estoy adicta al facebook: luego de meses de oponer resistencia ya que no me interesa estar metida en el chusmerío diario y esto de estar contando qué estoy haciendo, por la necesidad de ver la fecha de cumpleaños de una amiga que no podía encontrar en ningún lado y me daba vergüenza reconocerle que me había olvidado, parí a mi usuario con mi nombre y mi apellido. El hecho es que sí, no lo cerré y empecé a vivir este mundo del que voluntariamente había decidido quedarme por fuera. Entonces descubrí que sí, que me interesa saber TODO de gente que por temas técnicos no puedo llamar todos los días ni de arreglar para tomar una en la rambla. Me interesa a donde van, qué hacen, quienes tienen como amigos, y sobre todo, si subieron alguna foto. No quiero extenderme más porque mi relación con el facebook amerita un post aparte.


Me fanaticé con Sex and the city: yo que jamás pude esbozar una sonrisa mirando (poquísimas veces y durante escasos minutos) “Friends”, ahora no puedo parar de fijarme cuándo lo pasan denuevo y quedo con temblequeos cada vez que termina un escueto capítulo, porqué será que son tan cortos? Para dejarnos en lo mejor con ganas de más?


También he adquirido nuevos hábitos con respecto a la comida: un café con leche después de almorzar. Sé que es raro, nunca lo había hecho, pero me acostumbré y es típico catalán. También uso jabón líquido en vez de jabón en barra. Cuando llegué a Barcelona con mi jabonera amarilla, vi que en las duchas de la gente en vez de una barrita resbalosa en un azulejo, existen frascos grandes de diferentes jabones perfumados en formato líquido. De la misma forma, esponjas de esas que son como red ofician de aplicador. Me divirtió la idea y así fue que me compré mi Palmolive “olor a verano” que denominé por su evocación al agosto. Se me terminó hoy y voy a ver si cambio de fragancia para una más invernal.


Por último lo más predecible: se me pegaron un montón de palabras y frases de acá. Creo que la primera fue móvil en vez de celular, y no me resistí al cambio cuando por acá me preguntaron “porqué le dicen celular”. No supe qué responderle. Autobús en vez de ómnibus, dinero en vez de plata, calles en vez de cuadras, flipé en lugar de piré, ordenador en lugar de computadora. Creo que esas son las que me salen involuntariamente, porque hay otras que las digo por el éxito de la comunicación, porque aunque no me crean, muchas veces no me entienden. De todas formas, sepan que en cuanto vuelva seré el hazmerreír de todos y van a tener para cagarse de la risa un buen rato de esta pseudo catalana.


De todas formas no se asusten o no se hagan ilusiones, a pesar de estos nuevos hábitos o nuevas formas de conducta y de otras revoluciones menos tangibles, hay cosas que no cambian ni cambiarán nunca.