jueves, 11 de marzo de 2010

Hoy sentí.

Que a los amigos hay que quererlos tal cual son.
Que no hay que esperar ni tener grandes expectativas, sinó ir al encuentro y a estar listo para lo que viene: lo inesperado.
Qué ¡claro! La felicidad no es ese estado perfecto donde todo es inmaculado, sino episodios super cortitos y desubicados y que hay que estar alerta.
Que no soy tan fuerte como creo ni tan valiente como quiero.
Que el miedo paraliza.
Que hay que estar atenta a las señales.
Que el encuentro es lo más lindo que puede pasar.
Que amo los pijamas partys y las fotos de más de 10 años de antiguedad.
Que la amistad permanece intacta en el tiempo.
Que hay cosas que cambian todo el tiempo, pero que hay cosas que no cambian más.
Que quisiera detener el tiempo.
Que me está costando un huevo irme.