martes, 28 de julio de 2009

"La Tregua" pedacito 1: Teoría sobre la felicidad o de cómo nos gusta repetir las convicciones de nuestros padres

"Y tu madre, ¿qué dice de mi?" Mi trauma psíquico proviene de la madre de Isabel.
"¿De vos? Nada. Dice de mí." Terminó con el resto del champán que quedaba en la copa y se limpió los labios con la servilletita de papel. Ya no le quedaba nada de pintura.
"Dice de mí que soy una exagerada, que no tengo serenidad."
"¿Con respecto a lo nuestro o con respecto a todo?"
"A todo. La teoría de ella, la gran teoría de su vida, la que la mantiene en vigor es que la felicidad, la verdadera felicidad, es un estado mucho menos angélico y hasta bastante menos agradable de lo que uno tiende siempre a soñar. Ella dice que la gente acaba por lo general sintiéndose desgraciada, nada más que por haber creído que la felicidad era una permanente sensación de indefinible bienestar, de gozoso éxtasis, de festival perpetuo. No, dice ella, la felicidad es bastante menos (o quizá bastante más, pero de todos modos es otra cosa) y es seguro que esos presuntos desgraciados son en realidad felices, pero no se dan cuenta, no lo admiten, porque ellos creen que están muy lejos del máximo bienestar. Es algo semejante a lo que pasa con los desilusionados de la Gruta Azul. La que ellos imaginaron es una gruta de hadas, no sabían bien cómo era, pero sí que era una gruta de hadas, en cambio llegan allí y se encuentran con que todo el milagro consiste en que uno mete las manos en el agua y se las ve levemente azules y luminosas."
Evidentemente, le agrada relatar las reflexiones de su madre. Creo que las dice como una convicción inalcanzable para ella, pero también como una convicción que ella quisiera fervientemente poseer.




Mario Benedetti
La Tregua (1960)


2 comentarios:

Anónimo dijo...

gracias...
te adoro

Anónimo dijo...

Hola gracias pero no entendí