Pelotuda feliz

Miércoles 10 de setiembre. Voy a Mercadona (el supermercado top) y compro lo necesario: queso muzzarella, jamón dulce, aceitunas, levadura, harina, entre otras cosas. Vuelvo con el carrito cargado. Me meto en la cocina y no salgo en toda la tarde. Mensaje de Miquel: estoy haciendo tu pastel, si necesitas algo llamame. Hago la masa y la dejo leudando. Matías y Joao observan como pasan las horas y yo sigo en la cocina. Una vez picados todos los ingredientes empiezo a armar los calzone. Aceitunas, queso, jamón, tomate. Los envuelvo en papel aluminio, los rotulo y los pongo en el freezer. Me parece que va a ser poca comida: por las dudas pongo medio kilo de harina más y hago unas pizzas, el Chino no come calzone porque no le gusta el queso. A todo esto, cuando estoy terminando llega el chino. Me ayuda a cargar todo en el carrito de vieja (acá todo el mundo lo usa, es como un carrito de feria pero más moderno, mezcla con cochecito de bebé), y arrancamos para lo de Mique (queda a 4 cuadras). Antes compramos hielo, y a todo esto llega también Ana (la novia del chino) y subimos los 3.

Miquel y Pau como buenos dueños de casa ya estaban listos esperando que llegáramos con la comida y con la "nevera" pletórica de "litronas" (cervezas de a litro).

Pusimos alguna otra cerveza más que entró en el poco espacio que quedaba, cuando tocan timbre y llegan Gerard, (el hermano chico de Miquel) con Noe (su novia). Fue una sorpresa que vinieran, ya que en 3 días se iban a vivir a Londres por un año y fue terrible regalo que pasaran una de sus últimas noches en Barcelona en mi cumple.

A todo esto, el Chino y Ana se ponen a hacer la caipirinha mientras las primeras pizzas ya estaban arriba de la mesa:

Rato después y cuando ya estaba saliendo el primer calzone de la noche, llegaron mis roomates: Matías, Joao y Milena. En la foto también se puede ver a otro de los anfitriones; Pau. No le entiendo mucho cuando habla, pero lo quiero mucho!

El gran pae Chino: mi ángel de la guarda, mi gurú, mi hermanito mayor de Barcelona, que me cuida, me pasa todos los piques, hasta me prestó un celular! No solo fue el gran protagonista de la noche con sus inigualables caipirinhas, sino que sacó el ipod y nos deleitó a todos con los grandes hits de María Elena Walsh, gesto que no todo el mundo pudo apreciar, pero que yo valoré inmensamente al encontrarme tarareando el twist del mono liso el día de mi cumpleaños más lejos de todos.

El Chino; uruguayo de pura cepa.


Pleno cumpleaños multicultural. Catalanes, brasileros, argentinos y uruguayos.

Ana, Milena, Joao, Matías y Pau.

Gerard, Noe y Miquel.

Cuando ya casi son las 12, aparece Miquel con el pastel y unas velitas (un 2 y un 6)... era un TIRAMISÚ!!! En ese momento se empieza a escuchar un tímido "queeeloscuuuumplaaaasfeeeeeliiiiiiiiiiiiz". Miquel, ya afectado por las caipirinhas y el cansancio, me pregunta "vale, ¿qué cantan? ...pelotuda feliz?".

Y finalizando con la crónica y las fotos, se puede apreciar un resto de calzone, mientras pienso los deseos que le voy a pedir a las velitas.

El cumpleaños más raro de mi vida.

El primer cumpleaños lejos de casa.

El primer cumpleaños sin mis amigos y mi familia.

El primer cumpleaños en el verano.

El festejo de un año que no ha parado de darme alegrías.

Y la hora de los deseos no es cosa fácil, porque si hay algo que aprendí en este 2008 es que hay que tener mucho cuidado con los deseos: en una de esas hasta se te pueden cumplir.